El uso de productos naturales para la cura de enfermedades tiene antecedentes en casi todas las culturas conocidas. En la década de los años 90 del pasado siglo la medicina cubana incorporó la fitoterapia al Programa Nacional de Medicamentos como una alternativa dentro de la terapéutica, promoviendo el uso racional de este tipo de medicamentos. La situación epidemiológica que existe por la pandemia de la COVID-19, sumado a una generalizada escasez de medicamentos e inescrupulosamente golpeada por una reventa de fármacos a precios exgerados y que raya lo absurdo, nos obliga a buscar alternativas de tratamiento y prevención para enfrentar este nuevo coronavirus. Algunas producciones, sustentadas sobre la base de la medicina verde, y no tan perseguidas en el "mercado negro", vienen a complementar o aliviar la falta de aquellas que, de tenerlas, deberían ser donadas o entregadas sin dudar, más no vendidas, pues son tiempos de solidaridad y altruismo.