108 Batallón de Holguín: Leyenda de coraje y elevado orgullo holguinero de la patria

Pin It

portal ciudadano batallon 108 combatientes milicianos

 

(Por Lic.Ventura Carballido Pupo) - Le correspondió al joven comandante Raúl Castro Ruz, asentado, en aquella época en la provincia de Oriente, monitorear e iniciar la preparación de aquellos diez batallones de las Milicias Nacionales Revolucionarias (MNR) de la costa norte oriental, incluyendo el número 108, que bajo el mando del comandante del Ejército Rebelde, Eddy Suñol Ricardo, fueron enviados a las montañas del Escambray a combatir contra las bandas de alzados contra los poderes del Estado en 1961 en esa región montañosa.

 

Se trató de la llamada Operación "Jaula", una magistral idea del Comandante Fidel Castro, de "enjaular" en un gran cerco a todos los forajidos alzados contra la Revolución. Resultó las más grande movilización militar, donde se involucraron - de todo el país -, unos 80 batallones con unos 80 mil combatientes dirigidos por el Comandante en Jefe Fidel Castro. Más adelante se conoció que en total, con otras fuerzas que operaron, milicias campesinas, Ministerio del Interior, servicios médicos y de logística, además de sectores militares, llegaron a estar movilizados unos cien mil hombres bajos las armas.

 

En mi condición de autor de la crónica salvadora de esta memoria histórica, y tanto actor como combatiente de este glorioso Batallón No. 108 "Roberto Cuenca Mondeja", integrado por los primeros jóvenes fundadores de las Milicias Nacionales Revolucionarias de la Ciudad de los Parques, cifrados en 484 combatientes residentes en la ciudad de Holguín, y dos bazuqueros de Santiago de Cuba, en el referido paraje montañoso del Escambray, donde esta dotación miliciana capturó 56 alzados contra los poderes del estado de Cuba.

 

La Génesis: ¿Cómo se formó el batallón 108?

Las Milicias fueron ganando en madurez, preparación y organización dentro del territorio holguinero. Era mucho el interés que los diferentes sectores y sindicatos ponían tanto en su preparación como en el trabajo político con estos bisoños milicianos. Entre marzo y abril de 1960, al tomar otro carácter y demostrar nuestras milicias populares sus virtudes, y sobre todo, por una necesidad histórica como consecuencia de las constantes amenazas y acciones imperialistas contra nuestra patria, es que se comienzan a dar pasos para buscar mejores estructuras para nuestro movimiento miliciano.

 

Es así que Raúl Castro organiza lo que resultó ser el embrión de los batallones de combate en el oriente cubano, de igual forma, el comandante Juan Almeida cumplía con esa misión en el centro del país y personalmente Fidel, junto con un prestigioso grupo de comandantes del Ejército Rebelde, atendía estas formaciones en la parte occidental del archipiélago cubano, sin descuidar en nada la dirección a nivel del país en el fortalecimiento de la defensa armada del pueblo.

 

portal ciudadano batallon 108 combatientes 00

En pleno territorio del Escambray, junto a Abel López de la Nuez, aparecen padre e hijo: Rinol y Domingo Mijenes.
Todos combatientes del BON 108

 

Es en Holguín, mediante el capitán Chaviano, jefe del Escuadrón 71 y bajo su dirección, que se celebra una importante reunión en lo que antes era el Cuartel de las MNR (Milicias Nacionales Revolucionarias), en la calle Holguín, a un costado del cementerio local, con el cabo Andrés Leyva Cordero, responsable de este cuerpo en la zona urbana de Holguín y Andrés A. Leyva Mújica, responsable de la organización y completamiento de esa jefatura, con la participación además de jefes de compañías, instructores de milicias, activistas de los sindicatos y dirigentes del Movimiento 26 de Julio y del Partido Socialista Popular.

 

Es en este encuentro donde se concretan algunos pasos previos de lo que sería la constitución de un batallón, que luego resultaría el glorioso 108, y en tal sentido se constituyó una comisión en la que estaban, entre otros: Jorge Sarmientos, Alfredo Aguilera, Gabriel Milor por el PSP. Las consultas hechas sobre el tema a Antonio Pérez Herrero, jefe del Sector Militar, Renán Ricardo Rodríguez, y otros compañeros directivos de instituciones civiles y políticas, a priori, aprobaron la propuesta formulada.

 

Organizar en todo el país, entre los meses de marzo y abril de 1960, los batallones de combate de las MNR, fue el resultado de una decisión de la alta dirección del país, donde esta región oriental no podía quedar atrás. La idea fue adoptada con mucho esmero por los diferentes compañeros que tenían determinadas responsabilidades en el acontecer miliciano holguinero. Es de significar que las plantillas para la formación del embrión de lo que sería el Batallón 108, tenía su basamento en milicianos de las cuatro compañías organizadas en la zona urbana de la ciudad, y otros milicianos que se iban sumando.


En el mes de marzo de 1960 cuando se formaliza, aun incompleto, el legendario batallón, hecho que tuvo lugar en el patio de la Escuela de Comercio de esta ciudad, momento histórico en el que surgió la semilla de lo que posterior fuera una fuerte dotación miliciana integrada por valerosos jóvenes.

A partir de esa fecha, todos los incluidos recibimos una identificación o carné, firmado por el Cabo Leyva. En esa oportunidad se hace un intento de completamiento de los pelotones y compañías, y se presentan los compañeros del mando de batallón 108. Hay que decir que, si bien ya tomaba cuerpo de batallón, y que los mejores, entre los jefes de escuadras, pelotones y compañías, fueron ubicados dentro de esa estructura; todavía, sin las cifras que estaban previstas para este tipo de unidades militares; este resultó, además de embrionario, el paso más serio que se dió en el aspecto fundacional del referido batallón.

 

portal ciudadano batallon 108 combatientes 02

El autor, Ventura Carballido, con su carné de fundador de la MNR y luego con la boina verde olivo, días después
 de su regreso de la primera limpia del Escambray

 

No todos los milicianos que en esta oportunidad conformaron el mismo resultaron oficializados ya que al no clasificar con los requisitos establecidos, pasaron a alistarse en otras compañías creadas, manteniendo la continuidad miliciana y prestando servicios de seguridad de las instalaciones o eventos que tuvieron lugar en esa etapa inicial de nuestras Milicias Populares.

 

Una compañía creada con el personal que no integró el 108 y nuevos ingresos, denominada “Tropa de Choque”, sustituyó todo el accionar de las cuatro que fueron extinguidas al pasar la mayoría del personal al nuevo batallón, y resultó una ejemplar unidad para poder enfrentar las guardias en objetivos económicos, sociales y militares, con la parcipación del Batallón Femenino conocido por "Las Clodomiras".

 

portal ciudadano batallon 108 combatientes 08

Pablo Álvarez González y Ventura Carballido, integrantes de la 3ra Compañía
de Fusileros del BON 108 en las cordilleras del Escambray

 

El jefe de esta compañía fue el compañero Artemio Mastrapa, mártir internacionalista después, en una misión militar internacional en Vietnam y como segundo de esta compañía de choque, estaba Prisciliano Pérez Herreros. A la hora de escribir la historia de estos cuerpos en esta ciudad del norte oriental, hay que tener presente, no solo aquellos jóvenes que partimos para el Escambray sino a todos los compañeros, algunos insatisfechos por no formar parte de batallón, pero que enfrentaron en una sola compañía todas las funciones y extensas actividades que antes cumplían cuatro.

 

 

Constitución oficial del 108 batallón holguinero

El 11 de diciembre de 1960, en el estadio de béisbol "Liceo Park" de la ciudad de Holguín, quedó constituido oficialmente, el batallón de las MNR "Roberto Cuenca Mondeja" con aval o nominación nacional, con los combatientes que reunían los requisitos exigidos, integrado por milicianos de las distintas compañías de los llamados cuerpos auxiliares del Ejército Rebelde, que ya estaban contemplado en una plantilla anterior creadas con anterioridad en el referido territorio.

 

Este emplantilla miento no cubrió las expectativas planteadas para estos batallones, por lo que fue precisamente, en  lo que fue un burdel, llamado Tahití, a partir del 31 de diciembre de1960, cuando la movilización general por el cambio de presidente en los Estados Unidos, que se pudo completar las fuerzas totales, con ingreso de muchos que fueron asignado por la jefatura presidida por el cabo Leyva, u otras que ya estando, por situaciones de fuerza mayor pasaron a otras actividades.

 

portal ciudadano batallon 108 combatientes 01

Integrantes de la Cia. de Municionamiento y Transporte del BON 108, desfilando por la
ciudad de Holguín, antes de la partida para el Escambray

 

Como un hecho histórico a destacar cabe decir que antes de esta movilización general, este batallón holguinero de las MNR, ya había sido creado unos meses antes, pero en esta oportunidad se oficializó, luego de que el cabo Andrés Leyva y otro personal del Escuadrón 71 procedieron a separar de la plantilla anterior a los casados, los que pasaban de 30 años de edad, y a los que tenían importantes responsabilidades laborales en la producción y los servicios, en cumplimiento a las indicaciones dadas por el mando central para la creación de este tipo de estructura militar.

 

Previo a este objetivo, ya en horas de la mañana del propio día, en distintos puntos de la ciudad los jefes de compañía de las milicias populares desarrollaron reuniones en diferentes concentrados con la presencia de sus integrantes, conformando una propuesta de candidatos a formar parte del batallón especial que se pretendía constituir en horas de la tarde noche.

 

Los candidatos a integrar este destacamento miliciano, y cientos de compañeros que al parecer no clasificaron para el mismo, se concentraron desde la tarde hasta por la noche, y luego de ocho trabajosas horas de valoración, salió la cantera que nutrió este batallón, el que luego se le asignó el número 108 por un orden nominal a escala nacional.

 

Para avalar la conformación del mismo estuvieron presentes el Cabo Andrés Leyva Cordero, responsable de las Milicias en Holguín, el Sargento Arquímedes Rodríguez, instructor de milicias, --quien luego fuera designado jefe del Batallón 106,- y el teniente Charles González, perteneciente al escuadrón 71 del Ejército Rebelde y Andrés Antonio Leyva Mújica, responsable de personal de la Jefatura de las Milicias.


En el Tahití, se hicieron diferentes captaciones, logrando aglutinar una cifra de 484 combatientes, incluyendo una pareja de bazuqueros provenientes de la región de Santiago de Cuba que se unieron en la estancia de la improvisada Escuela de Preparación Militar de Guairabo. En esta propia fecha, en los grandes poblados de la costa norte oriental, se formaron estos destacamentos de milicianos. La graduación de la Escuela de responsables de milicias en Moa, donde salieron cuadros para alguno de estos batallones de la costa norte oriental, como el caso del segundo jefe del 108, Angelito González, contó con la presencia del compañero Raúl Castro Ruz.

 

No faltaron los que con el noble, patriótico e intenso deseo de formar parte de los mismos trataron de falsear datos, como el matrimonio, o la actividad laboral, para no quedarse fuera en esta honrosa posibilidad de ser uno más de los que se alistarían en esta nueva honrosa formación militar.

 

Composición del mando del Batallón
  • Jefe: Ángel Jorge Sarmiento González
  • 2do al mando: Ángel González Hernánde
  • Jefe de Plana Mayor: Alfredo C. Aguilera Rodríguez
  • Instructor Político: Gabriel Milord Ricardo. Asistido por el combatiente Eduardo González (Miguelón)
  • Jefe de Suministros: Leonardo Aguilera Cabeza

 

portal ciudadano batallon 108 combatientes 06

Alfredo Aguilera (Fellin), Jefe de Plana del Batallón 108. Ejemplar
maestro de formación política y revolucionaria en la tropa.

Estos cinco compañeros conformaban la máxima jefatura de esta agrupación miliciana, y eran asistidos eficientemente por tres jefes de compañías de infantería, además de otra de municionamiento y transporte, tres pelotones: uno de reconocimiento, otro de zapadores y por último uno de comunicaciones. Existía también un jefe seguridad y otras responsabilidades oficiales.

 

portal ciudadano batallon 108 combatientes 05

En la fotografía aparecen: Nanin, Milord, Angelito y Sarmiento, integrantes de
la jefatura del Batallón 108. Junto a ellos Francisco Curbelo, combatiente de esa tropa.


Los jefes de compañías eran los compañeros José M. Pérez Ferrer en la primera, Julio Cruz Batista al frente de la segunda, y en la tercera, el profesor Juan Humberto Alonso Reyes. Cuando partimos hacia el Escambray, luego, la jefatura de esta tercera dotación la ocupó Mario Álvarez del Río. Al frente de la compañía de municionamiento y trasporte se encontraba Fernando La Guardia, en el de comunicaciones, Víctor Manuel Camilo Álvarez, y en el deRreconocimiento se designó a René Cruz Betancourt.


Características del Batallón

Aplicando una encuesta, una especie de inducción estadística se conoció que 172 combatientes que representan un 35 % del total de los elementos que componía el Batallón 108 permitió conocer con bastante certeza, la composición del mismo, ya que en honor a la verdad, un estudio amplio que hizo una comisión creada al efecto, dos años posteriores a la llegada del Escambray, que incluyó la confección de la planilla a cada uno de los 484 combatientes que lo componía, fotos y objetos museales que se entregaron para ser atesorados, lamentablemente se extraviaron, por la cual ya en esta oportunidad, entre compañeros fallecidos, otros que viven fuera del territorio, no nos permitió trabajar con el universo del mismo.

 

En la referida cifra, solamente de 172 encuestados, permitió conocer lo siguiente: luego de la Operación del Escambray, 45 milicianos, para un 26% del total, ingresaron a la FAR en lo que fue el nacimiento del señor Ejército, 12 formaron parte del Ministerio del Interior, para un 7%, 37 cumplieron misiones internacionalistas, para un 22%. Se pudo conocer en el muestreo, que los principales segmentos que se alistaron cuando se oficializó por primera vez el batallón fueron: trabajadores privados o particulares: 24, para un 14%, estudiantes: 35, que representa un 20%, trabajadores del Comercio: 37 para un 22%, del ramo harina y sus anexos 10 para un 5 %, zapateros: 11 para un 6 %, trabajadores de la construcción: 18, representativos de un 10% del universo estudiado.

 

El resto de los milicianos estuvo conformado, por trabajadores de la salud, comunicadores, transporte, administración pública, de las Patrullas Juveniles, y hasta limpiabotas. Estaba muy presente una genuina representación de los sectores más humildes de nuestro pueblo, que le imprimían plena garantía y fidelidad a la patria.


Compañeros del Batallón 108 que ingresaron a las FAR y el MININT que lograron importantes grados militares:

  • Coronel del MININT y las FAR Jorge Sarmientos González
  • Coronel de las FAR Alfredo Silvente
  • Tte. Coronel de las FAR Víctor Manuel Camilo Álvarez
  • Tet. Coronel de las FAR Alberto Hung Oropesa
  • Tte. Coronel de las FAR Félix Alcides Font Sarmiento
  • Tte. Coronel de las FAR Alexis Amado Peña Águila
  • Tte. Coronel del MININT Amado Martínez Peña
  • Tte. Coronel FAR Ángel González Hernández
  • Tte. Coronel de las FAR Pablo Álvarez Gózales
  • Mayor de la MGR Julio Cruz
  • Capitán de las FAR Marcelino Vera Cruz
  • Capitán MININT Roberto V. Fuentes Bautista
  • Capitán de las FAR Felicindo Álvarez Cruz
  • Capitán de las FAR Ricardo Ávila Pérez
  • Capitán de las FAR Roberto José Ochoa Garcell
  • Capitán del MININT Tomas Roberto Cruz Fernández

 

Se recoge como una de las últimas actividades públicas, antes de la movilización general, que el 16 de diciembre de 1960, el batallón Roberto Cuenca Mondeja, desarrolló una caminata, desde la jefatura del escuadrón 71 hasta el parque Calixto García, que llegaron en horas de la noche, donde el teniente  del Ejército Rebelde Mario Sire les dirigió la palabra.

 

El referido oficial aprovechó la ocasión para dejar convocados a los combatientes para el domingo 19 de de diciembre a las 9 de la mañana en el Liceo Park. En esa reunión, con la presencia de Renán Ricardo Rodríguez, militante del Partido Socialista y Comisionado en Holguín, Mario Siré y Andrés Leyva, impartieron una información a los milicianos de las pretensiones o sombríos planes del gobierno norteamericano con sus determinantes pretensiones, de provocar una invasión en gran escala a nuestro territorio; al parecer antes de que se procediera al cambio presidencial en ese hostil país del norte, razón por la cual se indicó estar bien localizados, y listos para el combate.

 

Una semana antes el 24 de diciembre del propio año, cumpliendo indicaciones del Capitán Antonio Pérez Herrero, jefe del Sector "D", un convoy integrado por una dotación de camiones y una rastra partieron desde la ciudad de Holguín para Palma Soriano, con el objetivo de trasladar el armamento destinado a los batallones organizados en la costa norte de Oriente. Entre los compañeros que tenían esa alta responsabilidad participó el compañero Alfredo Carlos Aguilera Rodríguez, (Fellín), quien ya estaba designado como ayudante del jefe del referido batallón. Este armamento, situado en cajones debidamente sellados y con el indicativo de contener equipos, piezas y herramientas para la actividad agrícola, llegó transformadamente de esa forma al puerto de Santiago de Cuba, con la carga de las provincias de Oriente y Camagüey, procedente del viejo continente.


La amistad y solidaridad de dos países amigos, Checoslovaquia y la URSS, hicieron posible este valioso suministro, en un momento trascendente ante el peligro de un zarpazo del yanqui opresor.

 

Se conoció que las armas de artillerías para los batallones pesados, habían llegado por el puerto de Nicaro. El 31 de diciembre del propio año 1960, desde tempranas horas de la mañana, la radio local se hacía eco de la convocatoria emitida por el escuadrón 71, a todos los combatientes del Batallón 108, para que con extrema urgencia se presentaran al punto de concentración ubicado en el aludido estadio beisbolero "Liceo Park”.

 

Existía  un preludio de agresión del insolente imperialismo al territorio nacional. Se había decretado por la alta jefatura del país la movilización militar general, llamando a las tropas a ocupar las trincheras en cada uno de los lugares previstos. Las marchas patrióticas y combativas, insistentemente difundidas por la radio nacional y en todas las extensiones de la ciudad de los parques, creaban un gigantesco ambiente de alto patriotismo, no tan solo en los bisoños milicianos, sino en el resto de la población que se preparaban para librar una colosal batalla contra los enemigos de dentro y fuera, como viril forma de preservar las conquistas revolucionarias. Los compañeros que tenían la misión del plan de aviso tuvieron que localizar a muchos compañeros en centros recreativos, o fueron buscados por sus familiares en diferentes lugares, donde se festejaba la fiesta de navidad y de año nuevo.

 

Desde las gradas de la instalación deportiva, dedicadas al juego del béisbol en esta ciudad, devenido centro de concentración del batallón, se observaba el corretaje de los compañeros tratando de llegar lo más rápidamente. Algunos llegaron ya con algunos tragos ingeridos en ocasión del acontecimiento que se celebraba, otros vestidos con sus ropas de ocasión, incluyendo una vestimenta a base de trajes y corbatas. Con una admirable disciplina, se comenzó el traslado para el lugar previsto: Minas de Oro de Aguas Clara, situada en la parte norte vía Gibara, donde ya el compañero Fellín había llegado con las armas correspondientes.


Sin pérdida de tiempo, los compañeros de la jefatura comenzaron la entrega de las mismas a los jefes de compañía y pelotones. Una densa capa preservó con una grasa excesivamente fijada la estructura de la mencionada técnica, lo cual resultó el principal escollo que tuvieron que vencer los aguerridos milicianos, que los obligó a buscar diferentes vías alternativas, como fue la utilización de la propia ropa de vestir para en breve tiempo tener listo el armamento.

 

El uso de agua caliente favoreció también este trabajo. Como niños que han recibido un lindo juguete fue la reacción de estos jóvenes y de los un poquito menos jóvenes, quienes daban rienda suelta a la alegría, reflejando en sus mentes la fresca idea de imitar el papel de nuestros barbudos, que, con coraje, arrojo, y amor por su patria nos trajeron la libertad y esa soberanía que ahora, con esas nuevas armas nos tocaba defender hasta con las propias vidas si fuera necesario.

 

portal ciudadano batallon 108 combatientes 04

El político del BON 108, Gabriel Milord, acompañado de los combatientes Israel Velázquez Basulto, Wilberto Ávila y José Pavón. 

 

Regreso de las montañas del Escambray y otra emergente misión sin haber llegado a los hogares

Esta es una parte  singular, especial por llamarla de alguna manera y que debemos historiar con total crudeza ajustados a la realidad de los hechos. Para ello  reflexiono a la luz del tiempo transcurrido como protagonista y autor de estas memorias. Sin lugar a dudas, habíamos cumplido con nuestro deber con Fidel y Raul Castro, y llevábamos con sincero orgullo el reconocimiento de toda la dirección política y militar de la primera línea frontal contra el enemigo: las montañas del Escambray (fueron capturados 56 alzados).


Al oscurecer, inesperadamente se dió la orden de partida y nos aprestamos a escalar los peldaños al cielo. Ahora no nos esperaban las balas enemigas, ni las abruptas emboscadas, sino los brazos amantes de nuestras madres, esposas e hijos.


El paisaje mostraba buen tiempo, y el verdor de los campos pasaba raudo por nuestras miradas perdidas en el lejano horizonte que presagiaba momentos de dicha. Por fin, después de un largo y fatigoso trayecto el tren cumplía su última parada prevista, en territorio de lo que es hoy la provincia de Holguín. La estación representaba un nudo ferroviario de nombre Lewingston, punto cercano al poblado de Cacocum. Dentro de los vagones comenzó una febril movilidad entre sonrisas y constantes comentarios.

 

Sin embargo, no se permitió el descenso y esto nos empezó a preocupar, pues no se observaban los camiones y los ómnibus que nos debían conducir a nuestra querida ciudad. Empezaron las conjeturas, y por minutos corrían los rumores; y en medio de la ya dramática situación que se estaba creando, observamos como aparecían a lo lejos, utilizando todo tipo de transporte, familiares y amigos, que con conocimiento de nuestra presencia no consiguieron esperar pacientemente la llegada a la ciudad, tal y como estaba previsto en las instrucciones ofrecidas.



Era como si algo les anunciara que el deseado encuentro entre combatientes, familiares y el pueblo holguinero no se iba a producir ese día. Llegaron muchas madres llenas de emoción, con el involuntario llanto que brotaba de sus ojos, y el afán de ver a sus hijos. Algunas con dos y hasta tres alistados en esa tropa, como le sucedió a la de los Navarro. Otras que además del hijo tenían a su compañero en la vida. Allí estaba una buena representación de padres orgullosos por el patriotismo de sus descendientes, y novias, que ansiaban recibir el apasionado beso de su miliciano enamorado.

 

Mientras una parte del pueblo de Holguín disfrutaba de los carnavales, otra se aprestó a compartir la alegría con los recién llegados y muchos trasladaban pomos y jarras llenos del preciado líquido efervescente (cerveza) a la recepción, con el deseo de brindar por el cumplimiento de la misión y el reencuentro soñado, a pesar de las crudas jornadas acaecidas en el frente montañoso.


El ambiente fue tornándose confuso. La orden era precisa, clara y terminante, expresada en este caso por el capitán, Antonio Pérez Herrero: - ¡Nadie podía moverse de sus puestos en los vagones! -. Sin lugar a dudas, esto presagiaba una continuidad de la misión.  La orden llegó del Comandante Raúl Castro.

 

La incertidumbre y aprensión entre familiares y soldados comenzó a  corroer el espíritu del deber en algunos. Los familiares se inquietaban, hasta que por fin, después de una larga espera que permitió cavilaciones e hipótesis un oficial informó la orden de cumplimiento inmediata: se debía continuar la marcha para situar a nuestro batallón en las proximidades de la Base Naval de Guantánamo, ante la inminente agresión que ya se aprestaba a realizar el imperialismo norteamericano, por las costas de Baracoa. Esto nos convocaba a permanecer movilizados, porque la patria volvía a estar amenazada.


La noticia fue aplastante. Este era el golpe de gracia para que algunos no analizaran convenientemente la situación, guiados por el impulso incontenible del reencuentro, donde madres con sus expresiones maternales imploraban a sus hijos que descendieran del vagón y obviaran la situación de la urgencia de la patria.


Estos hechos llenos de inocente e intenso amor filial lograron girar las manecillas del reloj en sentido contrario, sin percatarse que sus nobles acciones, en momentos de justificada incertidumbre y en jóvenes aún inmaduros, a pesar de la gigantesca misión que acababan de cumplir, provocarían un impacto emocional y por ende, una variación en su conducta.


La idea de la proximidad de otras acciones armadas desconcertaba a las familias y no querían irse de allí sin sus seres queridos. Otros soldados, la inmensa mayoría, reaccionaron a la inversa ante el influjo delirante de la familia, opusieron sus conceptos y decisiones y decidieron continuar hasta el final de la contienda con la misma decisión mantenida hasta el momento.

 

Una imagen enturbió el paisaje, en medio de tanta confusión, algunos, quizás los menos, abandonaban sus armas y se marchaban, no sin antes, mostrar en sus tristes ojos poblados de lamentable arrepentimiento, como si algo los detuviera, como si una voz en su oído clamara el retorno ante un colectivo de hombres que hasta ese momento habíamos formado una gran familia, a pesar de estos hechos estábamos convencidos que ellos no alimentaban la claudicación.

 

El tiempo nos daría la razón, cuando la madre patria necesitó de nuevo nuestro aporte. La inmensa mayoría del pueblo y familias allí congregadas no usó sus manos para apoyar o estimular el descenso del tren; la usaron para desearnos buena suerte, las levantaron para la despedida, cuando aquella mole de hierro arrancó sus motores dejando atrás una inolvidable lección para la historia de un grupo de jóvenes combatientes que escribían un capítulo más en las contiendas patrias.

 

El tren se puso en camino, el traqueteo de las ruedas de hierro comenzó a lastimar nuestros cuerpos cansados por el largo trayecto. Nos esperaba otra extensa jornada y nos acomodamos en el piso de los vagones, mientras observamos los espacios vacíos de nuestros compañeros, con quiénes compartíamos algunas horas atrás, nuestras alegrías y temores.


Tanto para los que íbamos en aquel tren de forma resuelta, discurriendo entre dos rieles, impacientes por llegar al nuevo teatro de operaciones asignado por el mando superior, como para los que se bajaron en el andén, pasará este momento, como algo que se inserta o inmortaliza, como situación trascendente, muy especial en nuestras vidas. Sin embargo, al extender la vista por los solitarios parajes campestres, comprendimos que cualquiera de nosotros hubiera podido anteponer el sentimiento filial en momento tan exclusivo, quizás una decisión repentina por una más fuerte personalidad decidió mantener la balanza hacia el deber con la patria, por encima de cualquier otro.


El tren continuaba su curso, pequeñas poblaciones orientales cruzaban ante nuestra vista y muchas personas salían a las calles levantando sus manos en saludo al paso del ferrocarril. Por fin, llegamos a la ciudad de Guantánamo recesando el viaje en la Terminal de Trenes de la ciudad. Era imperioso un receso y la tropa fue autorizada al descanso. Largas calzadas de atractivas edificaciones que daban una visión de gran ciudad recibieron en su seno grupos de milicianos que deambulaban de un establecimiento a otro adquiriendo alimentos y chucherías que satisficieran nuestro malogrado paladar.

 Era una mañana resplandeciente y pronto se organizó nuestro traslado para una zona cercana de nombre, Yerba de Guinea que nos acogería por varios días en pequeños campamentos diseminados por la zona, en total disposición combativa.

 

portal ciudadano batallon 108 combatientes 07

Eduardo González (Miguelón), con Wigberto y Miguel Ávila Díaz (Miguelin), en pleno Escambray, año 1961.

 

 

portal ciudadano batallon 108 combatientes 03

Combatientes del Batallón 108 en el Escambray: Angel Rodríguez Mira, José Pérez Chávez, Miguel Terán Heredia, entre otros.

 

Naves estadounidenses se encontraban describiendo movimientos en el Mar Caribe, y por la zona norte cerca de Baracoa, en aguas internacionales, a la vez que se observaban fuertes movimientos en la base naval. Estas maniobras estaban llamadas a desviar la atención de otras zonas importantes del país en el intento de invasión. Pronto cesaron estas actividades móviles en la base, las embarcaciones se retiraron, y otras fuerzas regulares ocuparon nuestro lugar. El escenario quedaba listo para la cruenta contienda que se avecinaba en el centro del país.


Todo parecía que había concluido y el día 14 de abril de 1961, el Comandante Calixto García, se reunió con nosotros; tenía la misión de Raúl Castro Ruz, Ministro de las FAR de crear el Ejército Oriental, por eso, vió en este conglomerado de aguerridos milicianos, una rica fuente de reservas para fundar la unidad militar insignia: La División 50; de esa forma, siete días antes de que naciera el señor Ejército, luego de un llamado a los hombres del Batallón 108, precisamente en Yerba de Guinea, se produjo el juramento por 2 años de muchos de los integrantes del Batallón, para la fundación de la referida División 50, del histórico e invencible Ejército Oriental.


La orden de partida hacia nuestra ciudad nos llenó de alegría y raudos y veloces tomamos los camiones que harían el tránsito hasta Holguín. El propio 14 de abril, al oscurecer se abrían las puertas del pueblo y los corazones de sus habitantes para recibir a sus héroes. La caravana recorrió las calles enardecidas de entusiasmo hasta concluir en el parque Calixto García. Al pisar el asfalto nuestros pasos nos guiaron con rapidez hacía el calor hogareño y a los brazos de nuestros seres queridos.


Al día siguiente, después de un sueño reparador y en horas tempranas de la mañana la radio anunciaba a voz en cuello las disposiciones combativas emitidas por la alta dirección del país, decretando la movilización militar general. Era el 15 de abril de 1961 y se preludiaba de forma evidente una invasión armada. Los aeropuertos eran bombardeados y se producía la movilización del país.


El Batallón fue citado por radio para personarse en su totalidad en los amplios corredores de la llamada agencia POWER, hoy Planta Primero de Mayo, con el fin de recoger las armas.


Nuestra sorpresa fue muy emotiva al ver que los primeros que llegaron, a empuñar los fusiles, fueron nuestros compañeros que decidieron quedarse en Lewingston. Se volvían a montar en el tren de la dignidad que esta vez nos conduciría a la sede inicial de nuestra preparación combativa, el campamento El Tahití.


Aunque no estaba en el ánimo de ninguno de los que regresamos de Guantánamo, tocar el tema, fueron ellos, los que intentaron pedir disculpas por lo sucedido. No les dimos posibilidades, no resultaba necesario, ya estábamos juntos y con el mismo patriotismo que siempre nos caracterizó. Apostados en aquellas trincheras que abrimos con nuestras manos y empuñando aquellas armas que llenas de grasa nos entregaron un 31 de diciembre de 1960, seguiríamos adelante por la senda del combate, defendiendo los postulados patrios y cumpliendo con las órdenes del Comandante en Jefe.


Esos compañeros, con su positiva actitud, lograron escalar importantes responsabilidades, tanto en el MININT, las FAR, organismo políticos, y otras instituciones públicas, demostrando su alta valía, que nunca perdieron.


Este suceso por su gran connotación y por su alta dosis de sensibilidad para los combatientes del Batallón, sus familiares y amigos, siempre fue motivo de pocos comentarios. Nadie quería lesionar ni con el pensamiento a aquellos compañeros que por complacer a los familiares, o por no haber hecho acopio de la inmensa fortaleza que aconsejaba un momento especial, pasaron por circunstancias tan adversas.


Principios justos, comprensibles del valor humano, siempre condujeron la ética de nuestro Batallón No. 108, su cuidado y caballerosidad en el tratamiento personal de la tropa, sin ceder un ápice en el cumplimiento del deber fue la razón por lo que pudo escribir páginas gloriosas en la historia de nuestra Patria.


Esta triste lección no solo deben apreciarla los que se quedaron en el andén y que nunca fueron tildados de desertores y siempre gozaron del respeto de todos sus compañeros, sino los 484 milicianos de este glorioso Batallón, y más importante aún, las generaciones de revolucionarios que mediante la presente obra conocerán de esta inesperada situación que insólitamente aconteció, sin vaticinarlo, resultado de una dinámica que se presentó en el camino de esta dotación miliciana.

 

portal ciudadano batallon 108 combatientes milicianos


La historia, aunque a veces dura, siempre debe servir para incidir en la conciencia de las nuevas generaciones de revolucionarios, que como singulares lecciones le pueden ser útil en esta continuidad al servicio de la patria, y hay que contarlas incuestionablemente. Como un lunar en el camino revertido con honor y coraje, imperativo del valor que este suceso tiene para la historia de esta formación combativa, omitirla en cualquier acercamiento a la misma resultaría imperdonable. Los combatientes del 108 Batallón de Holguin, se alzaron en la historia, a base  de coraje, entrega y fidelidad con Fidel, con Raúl y con la patria cubana.

 

 


 

Fuente: Lic. Ventura Carballido Pupo - Abogado, Analista Político, Historiador y Escritor

Escribir un comentario


Comentarios   

# Ventura Carballido 06-01-2022 21:14
Es loable que esta plataforma gubernamental del municipio Moa, provincia de Holguín, y su AMPP y los compañeros de comunicación institucional le presten tanto interés a divulgar, y salvar la historia, en correspondencia con lo que sobre este particular ha indicado el Primer Secretario del Comité Central del PCC y Presidente de la República Miguel Diaz-Canel, y la voluntad mostrada por el Gobernador Julio César Estupiñan. Muy atractivo para los lectores estos materiales sobre hechos históricos, sobre todo de la contemporaneidad revolucionaria.
Responder | Responder con una citación | Citar
# Ventura Carballido 05-01-2022 21:10
El Gobierno provincial de Holguin, y su Gobernador Julio Cesar Estupiñán, con conciencia plena que el territorio holguinero atesora una promisoria historia del movimiento miliciano de la década de los 60 del pasado siglo enfrentando acciones internas y externas del enemigo contrarrevolucionario y el imperialismo, ha estimulado la posibilidad de que sus plataformas comunicacionales hospeden hechos significativos de aquella época, como resultó el legendario batallón 108, que agradecemos su publicación en el municipio de Moa y otros Portales Ciudadanos , que sin lugar a duda agradará a los lectores que accedan.
Vale librar una felicitación muy especial a la AMPP de Moa, y en particular ponderar, reconocer, por su profesionalidad en el montaje del artículo sobre lahistoria del Batallón 108, por parte de Alfredo Pons Proll, Diseñador Web y Gráfico, Webmaster AMPP de Moa.
En 2022 vamos x más. Muchas felicidades. Y esperamos que estos materiales que salvan historia, sirvan de mucho conocimiento, sobre todo para las nuevas generaciones de holguineros y cubanos.
Responder | Responder con una citación | Citar

Ultimos comentarios publicados

  • 2 meses atrás
    Hoy en el municipio hay carencia de gas licuado entre otras cosas porque se depende de las jaulas de holguín para la transportación, pero el gobierno puede ...

    Leer más...

     
  • 3 meses atrás
    Se necesita publicación de la gaceta oficial con los precios fijados de todos los portadores energeticos: Eletricidad gas licuado, para las empresas

    Leer más...

     
  • 3 meses atrás
    Estimada Rosa Maria, conocemos de la situación en calle primera, es un planteamiento que tenemos pendiente a solución luego de adquirir las luminarias ...

    Leer más...

     
  • 3 meses atrás
    Estimado Ángel, ciertamente se informó del proceso de importación de luminarias para el municipio donde el 4 de abril del 2023 se firmó contrato con ...

    Leer más...

     
  • 3 meses atrás
    En enero del 2022 el director de la obe en nuestro municipio dió respuesta sobre la adquisición de un lote e luminarias para mejorar el alumbrado público ...

    Leer más...