Economía

 

La primera infraestructura económica sólida de nuestro municipio lo constituyó El Aserradero, el cual se empezó a construir en febrero de 1938 y desde que vecinos de sitios aledaños conocieron de la construcción del mismo, construyeron modestas viviendas en La Playa, Los Mangos, y otros sitios aledaños a Moa que estaban prácticamente deshabitados. La construcción del aserrío y su apertura el 7 de noviembre de 1939, provoca que obreros de territorios cercanos viniesen a Moa en busca de trabajo.

 

 

En 1950 la Compañía Freeport Sulphur hizo las exploraciones de los yacimientos de Moa y solicitó créditos a bancos yanquis para emprender una nueva obra. Ya en 1953 dicha compañía y demás intereses monopolistas norteamericanos que operaban en Moa, logran montar una planta piloto Loussiana para procesar el mineral y un año después deciden instalar dicha planta en Cuba. En 1957 comienza la construcción de la fábrica y miles de trabajadores de otras partes del país vienen a Moa en busca de empleo, muchos de ellos traen sus familias y para ello son necesarias nuevas viviendas. La fábrica constituye una gigantesca obra que requiere de la labor de miles de trabajadores, los que en su momento pico llegaron a seis mil y no sólo dio empleo a los hombres de la comarca, sino que provocó que miles de obreros de otras partes del país vinieran y se asentaran en Moa. Al triunfar la Revolución Moa era una de las mejores fuentes de empleo del país, y eso facilitó que se establecieran decenas de pequeños negocios para prestar servicios a los obreros.

 

La base económica fundamental depende de la minería. En los inicios de la revolución esta actividad fue saboteada por el imperialismo pero la labor del ingeniero cubano Demetrio Presilla López dio al traste con estas maniobras y logró hacer funcionar la industria niquelífera. Luego el estado cubano apoyado por el antiguo campo socialista llevó a cabo un gigantesco plan de inversiones que consistía en la construcción de otras dos plantas procesadores de Níquel, de ellas se terminó una, además de la industria mecánica de apoyo a la minería para lo que se construyó una moderna fábrica con ese objetivo.

 

Se amplió por completo la superestructura de la industria incrementándose la capacidad del puerto y en general todo el sistema de transportación del mineral y otros productos vinculados al proceso industrial del Níquel. Se hicieron inversiones considerables en la industria del níquel. Como parte de esa modernización se instaló un aeropuerto y se construyeron carreteras, se destacan entre ellas la que une a Moa con Baracoa y a Sagua de Tánamo.