La cultura que nos identifica.
Moa tiene una asombrosa historia, de legendarios y autóctonos hombres que han hecho que este lugar tenga un espacio bien ganado en la identidad cubana. Se considera el 7 de noviembre de 1939 el día de la fundación de la localidad de Moa, debido a que ese día inicia el aserrío, que se da comienzo a la Moa contemporánea.
En esta primera industria se destaca el ciudadano jamaicano Gilbert Yor Ritchie William, quien nació el 25 de diciembre de 1900 en las Colinas de Leinster, Saint Mary, Jamaica, y viene a Cuba en 1924, realizando verdaderos aportes a la cultura moense. Con el devenir del tiempo y gracias al esfuerzo, creatividad y fuerza de voluntad de hombres y mujeres inspirados y vinculados con la cultura, la misma fue abriéndose poco a poco un camino que, hasta el día de hoy, se proyecta lleno de identidad y tradición.
Después del triunfo revolucionario en nuestro municipio se construyeron diversas instalaciones que han posibilitado la ramificación y profundización de las manifestaciones artísticas, entre las que cabe mencionar la Biblioteca Municipal "Alejo Carpentier", el Museo de Historia de la Comunidad, la Casa de la Cultura "Joseito Fernández", el Cine "Ciro Redondo" , una videoteca, entre otros.
Literatura y artes plásticas
Entre las manifestaciones artísticas que resaltan se encuentran el trabajo literario en el municipio, el cual tiene un peculiar desarrollo llevado de la mano de varios escritores moenses, cuyo proyectos enriquecen la vida literaria de los pobladores.
Se considera como el primer libro editado en Moa a "Mi Afición", de María Teresa Lorences, que sale en 1970 como un esfuerzo personal de la autora, y consta con unos 20 poemas en y tres partes, reproducido en ditto en la fábrica Pedro Sotto Alba. En 1989 se edita y publica, en colaboración con la Unión de Empresas de la Construcción, la Casa de Cultura y el Sectorial de Cultura de Moa el libro "El Sitio que Habitamos", una antología con 13 poetas moenses: Magalis Rodríguez, Alexis Triana, Miguel Ángel Martínez, José Poveda, Fernando Cabrera, Edilberto Rodríguez, Salustiano Palma, Meláneo Maden Betancourt, Orlando Carballoso, María Teresa Lorences, Agustín Pupo, Caridad Batista y Juana Robles. En 1983, Lidia González Couto gana el premio nacional, con su obra de teatro para niños: Felo Jutía. Posteriormente en 1990 se publica el libro "Cercos" que teje la memoria, de José Poveda y en 1991, de Fernando Cabrera, "Paradoja de un hombre en la mirilla".
En 1992 el Festival ARTEFAB (Arte en las fábricas), fue celebrado por primera vez. Este programa se realizó durante varios años hasta que las dificultades del Período Especial y la escasez de recursos lo impidiera reanudándose en el mes de octubre de 2006. Este evento estaba auspiciado por los Consejos de Cultura de las empresas, que era quien administraba el presupuesto monetario y contaba con la asesoría técnica del Sectorial de Cultura Municipal.
Aquí se concursaba en todos lo géneros. Aparejado a esto se instauró el Concurso Onelio Jorge Cardoso de literatura, también auspiciado por la Casa de la Cultura, de mutuo acuerdo con la UNI, y que se le asignó su apadrinamiento al Combinado Mecánico del Níquel, desde 1995 hasta la actualidad. En 1997 Germán David Fournier realizó un boletín Mecaníquel que tuviera su segunda edición en octubre de 1999 donde se publicaron los ganadores del Concurso ARTEFAB. En ese mismo año Julio Lores crea el Boletín Ventana del cual sólo salieron dos números para promover la vanguardia artística.
Su libro "Las minas del olvido" es una muestra fantástica de las diferentes tradiciones y costumbres de los mineros que viven en la ciudad de Moa y en la comunidad de Punta Gorda, al noroeste de la ciudad minero metalúrgica.
En la plástica se destacan numerosos pintores moenses cuyas obras han pasado a ser orgullo de los vecinos. Entre ellos destaca la labor del artista Rafael Cala, cuya obra plástica recrea con disímiles temas muy genuinos de la localidad. Los recuerdos de Cala del municipio de Moa desde muy niño son un reflejo muy fresco de las tradiciones locales. Muestra una forma muy clara en sus representaciones, las formas de vida de los pobladores, lugares históricos o sitios representativos de la cultura moense, lo refleja de la misma manera en sus obras resaltando con mucha fuerza los colores, con un carácter primitivo.
Las obras de Cala transmiten a la nueva generación, las vivencias, la realidad del municipio y el desarrollo que fue alcanzando con los procesos de industrialización.
Los pinos nuevos
Desde Febrero del 2008 se crea la Agrupación de Teatro Infantil “Rayitos de Lucero” conocida como La Colmenita de Moa, bajo la dirección de José Turro Navarro, la cual lleva 11 años repartiendo alegrías y sonrisas, y que en sus inicios fue un proyecto diseñado con el objetivo de elevar la formación integral de los niños y niñas moenses,
Radio y más música
El complejo ICRT (Instituto Cubano de Radio y Televisión) ubicado en el Reparto Caribe consta de 2 edificios donde
La música moense tiene entre sus antecedentes más significativos a la agrupación musical "Los Tabera", los cuales representan un exponente de gran valor histórico en el desarrollo del folklor moense y que impregnados de ese espíritu creador y bajo el lema “Mientras haya un Tabera, habrá Conga en Moa" supieron esparcir tradición y ritmo en varios escenarios de las provincias orientales durante muchos años.
Además cuenta con una orquesta profesional de música popular conocida como "Los Hermanos Neyra" con más de 45 años de fundada y que a golpe de talento y dedicación , junto al trabajo de varios grupos de músicos aficionados hace que nuestra identidad cobre más peso en la mentalidad de quienes siempre llevan el espíritu moense doquiera que estén. Muchas esculturas que hoy embellecen la ciudad han salido de las manos de artistas moenses.