A muchos les parecerá ocurrente y divertido el título del presente artículo y hasta cierto pudiera serlo, observándolo desde esa perspectiva, sobre todo en estos días de lluvia y venta irregular de yogurt a granel o sus sustitutos en las bodegas de nuestro municipio, pero nada más serio y lejos del enfoque humorístico. Un servidor, quien redacta lo que usted está leyendo, defiende, entre otras cosas, el respeto a numerosos derechos a los que nosotros, los cubanos, nos toca disfrutar en un sistema como el nuestro, y entre ellos, como consumidores. Se preguntará usted entonces por qué viene a colación nuevamente el tema del precio del yogurt a granel o sus sustitutos. La respuesta es sencilla: en la medida que usted conozca sus derechos será capaz de defenderlos y así evitará ser víctima de alguna injusticia o mal procedimiento, y en este caso muy particular, que le cobren de más por un producto que desde hace tiempo se comercializa por un valor ($4.00) en vez de otro ($5.00), situación que tiempo atrás tuvo lugar en nuestro territorio y que fue la razón fundamental para que la publicación del artículo anterior a este viera la luz en esta plataforma ciudadana, y que ahora, una vez más, evite que "llueva yogurt sobre lo mojado".