A pesar de que la fecha del 7 de noviembre fue escogida y aprobada como día del surgimiento de Moa hace más de dos décadas por acuerdo de la Asamblea Municipal del Poder Popular, nuevas generaciones desconocen aún cuales fueron los argumentos que se tuvieron en cuenta.
Lo primero que debemos saber es que ese día se celebra el surgimiento del poblado y no la fundación de la ciudad como algunos confunden, por el hecho de que en el momento en que se hace esa propuesta, no existían pruebas documentales que justificaran que este lugar hubiera sido fundado como ciudad, partiendo del hecho que las ciudades coloniales fueron fundadas en una fecha en que Moa era un lugar prácticamente deshabitado.
De ahí, que a partir de los trabajos de investigación realizados por el entonces Historiador de la Ciudad Pablo Velazco Mir, que a la postre escribió su libro de texto “Apuntes para la Historia de Moa”, este propuso a la Asamblea Municipal del Poder Popular, establecer la fecha del 7 de noviembre de 1939 cm día del Surgimiento de Moa, para lo cual utilizó los siguientes argumentos:
En el año 1937 los propietarios de una compañía consignataria de Boorkes de Santiago de Cuba, Mister Warmore y Mister Brooker, en unión de conocedores de la región, visitan esta zona y se interesan por las riquezas forestales existentes en sus bosques.
Luego de conseguir el permiso correspondiente para la explotación de las riquezas forestales de Moa y llegar a un acuerdo con la Juragua Iron Co., que poseía las concesiones mineras, los dos norteamericanos junto al ciudadano jamaicano mister Greth, constituyen la compañía Maderas de Moa SA. y logran los créditos bancarios para construir un aserradero, adquirir equipos para la explotación forestal y realizar otras inversiones necesarias.
En febrero de 1938 comienza la construcción del aserradero. Desde que vecinos de sitios aledaños a Moa conocieron de la próxima construcción del aserradero y la posibilidad de emplearse, construyen modestas viviendas en La Playa y Los Mangos, que era un lugar prácticamente deshabitado, y otros sitios cercanos.
La construcción del aserrío requirió de madera y para eso fueron talados los árboles que crecían en su alrededor, el desmonte posibilitó que esos terrenos, especialmente los situados en el lado oeste de Arroyo Maria junto a los cuales se edificó el aserradero, fueran el primer asentamiento poblacional de lo que hoy es la ciudad de Moa.
Para finales de la década de 1930, los hijos de las primeras familias establecidas en la zona contrajeron matrimonio entre si. Los apellidos Montero, Leyva, De la Cruz, Rodríguez, se enlazan y los matrimonios constituyen sus hogares propios. Entre las familias que se establecen en Moa y sus alrededores con el surgimiento del aserrío se encuentran las de Silvano Leyva Montero, Leocadio Leyva Reyes, Lorenza Pérez Padilla, Isabel Montero, Mariano Leyva Pérez, Modesto Leyva Pérez, y otros.
La construcción del aserrío y su apertura el 7 de noviembre de 1939, provoca que obreros de territorios cercanos como Cayo Mambí, Sagua de Tánamo, Mayarí y Baracoa, vengan a Moa en busca de trabajo. Se construyen oficinas y almacenes de la compañía maderera y un grupo de viviendas, algunas de madera procesada en el propio aserrío, la llamada machihembrada, con techos de zinc y piso de madera o cemento, las cuales eran las más cercanas al aserrío y fueron ocupadas por los altos empleados y personal de confianza de la compañía.
El hecho de que con la apertura del aserrío tanto los viejos vecinos de la zona, como los que llegaron de otras partes, recibieran un salario fijo, propicia que se inicie de forma sistemática el comercio de compraventa y que se elimine el sistema de trueque que había existido.
Familias llegadas de otras partes como las de Emilio Nicot, Emilio Medina, Juan Arias, Alcibiades Ferrer, John Cristhy, Vidal Bolmey, Marcial Matos, Tuto Pellicier, Rufino Boris y otros, construyen viviendas y se establecen en Moa.
Es así como va surgiendo una pequeña infraestructura social: se abren comercios de víveres, luego un español de apellido López Castrillón construye y pone en servicio una tienda mixta donde expende todo tipo de artículos, también fondas y algunos bares son abiertos.
El tránsito de vecinos de la cercanía del aserrío crea la primera calle de Moa, que es la que hoy se llama Angel Romero Videaux y servía de paso entre sus hogares y el muelle; a ese fin se construye el primer puente sobre el arroyo María, que es el que se llama Puente de Guarda.
Así nace el poblado de Moa, y el la razón por la que se propone la fecha del 7 de noviembre de 1939, como el surgimiento del poblado.
Prestigiosos historiadores como el Doctor Alexander Paz e investigadores como Roberto Seguí y otros, han continuado sus propias investigaciones que siguieren la existencia y fundación de una cuidad llama “Vives” en el siglo XIX, incluso aportan nuevos elementos a partir de profundas y bien documentadas investigaciones, que aportan otras aristas distintas al significado de la vocablo Moa, como la que conocemos hasta hoy.
Estas investigaciones sin dudas son continuidad al único libro que hasta hoy existe sobre la historia de Moa, en el que su autor al referirse al pueblo de “Vives”, escribió: “Se tendrán que hacer nuevas investigaciones para demostrar si realmente existió y cuáles fueron las causas de que sus vecinos desaparecieran sin dejar rastros y que no se hayan encontrado edificaciones, construcciones u otros medios que muestren que se construyó esa comunidad. Apuntes Para la Historia de Moa debe servir de base para las futuras investigaciones y mientras tanto podría ser el texto para que nuestros profesores impartan los conocimientos elementales de historia de la localidad a los alumnos de las escuelas primarias y secundarias del municipio. De lograrse esto, el objetivo de preparar esta obra se habrá cumplido.
Ni las actuales, ni las futuras investigaciones estarán en oposición con el hecho práctico de que los moenses hayamos escogido la fecha del 7 de noviembre 1939, en que arranca nuestra primera industria, para celebrar el día del surgimiento del poblado de Moa.
Fuente: Camilo Velazco Petittón , Periodista